Guitarrista, compositor y productor musical, Andrés Godoy desarrolló una técnica para tocar la guitarra solamente con la mano izquierda, el tatap, años después de haber perdido su brazo derecho en un accidente.
En la tarde del viernes 18 de agosto, cerca de 100 personas, entre estudiantes y personal del Centro Educacional de la Madera, se congregaron para escuchar a Andrés Godoy tocar su guitarra y animar una charla basada en su lema, “lo imposible es posible”, y en su método, “dedicación, responsabilidad y persistencia para lograr las metas.”
Siendo un niño tímido de San Antonio, Andrés descubrió en la música, y en particular en la guitarra, la fuerza para proyectarse en la vida. «La música fue en mi algo tan fuerte, fue un refugio. Chile es un país que discrimina y yo lo sentí desde muy niño por muchas causas. Cuando me encontré con la música, encontré un reducto particular en el que me podía refugiar y no entendiéndolo como un lugar donde esconderse. Es donde sientes que hay algo que te identifica y que no critica tu manera de ser, ni quién eres, ni para dónde vas. Tu refugio te acepta, es tu segunda madre, es el segundo lugar que tu encuentras cuando todo en tu entorno no funciona. Como refugio, la música me ofreció la fuerza.»
Su talento y pasión por la música lo transformó en un frecuente animador de fiestas y festivales locales, mientras al mismo tiempo trabajaba con su padre en los molinos, encargándose del mantenimiento de la maquinaria. A sus 14 años, un accidente de trabajo lo dejó gravemente herido, incluyendo la amputación de su brazo derecho, por lo que debió enfrentar un largo periodo de hospitalización y recuperación física y psicológica, sin contar con el refugio de su guitarra, pero si con el apoyo de su familia, y especialmente de su abuela, que lo alentó a salir adelante y encontrar nuevos caminos.
Tres años después del accidente volvió a tomar su guitarra, y sin tener mucha idea de lo que estaba haciendo, inició el largo camino de al menos 25 años que le llevó desarrollar la técnica del “tatap” y una carrera musical en el ámbito del rock chileno, en Argentina, con frecuentes periodos de presentaciones en los Estados Unidos y en Europa.
La invitación a compartir su experiencia con la comunidad escolar del CEM se originó en la idea de motivar a los y las jóvenes que están participando en el Programa “Deja tu huella” (iniciativas de voluntariado juvenil en el marco del proyecto “En la confianza no está el peligro: Jóvenes del Biobío construyen proyectos de vida”) y en talleres extra-programáticos. A pesar de realizarse en un horario posterior a la jornada escolar, cerca de 80 estudiantes se quedaron a escuchar a Andrés Godoy, y se sintieron profundamente impactados por su testimonio.