En el marco del 15° aniversario del Centro Educacional de la Madera (CEM), joven ebanista chileno formado en Suecia, compartió con la comunidad educativa los altos y bajos en su camino hacia la excelencia y el reconocimiento en su oficio.
Hablando principalmente a los y las estudiantes presentes, la tarde del miércoles 11 de octubre Sebastián Mateu desarrolló su exposición “Made by Sweden – Técnica sueca, inspiración chilena”, una de la principales actividades con que el CEM celebró su 15° aniversario.
Consciente de la semejanza entre sus orígenes y el los jóvenes que lo escuchaban atentamente, Sebastián relató su trayectoria profesional en el contexto de su biografía personal y familiar, destacando aquellas relaciones que fueron un estímulo para superar etapas difíciles.
Tal fue el caso de su abuelo José, cazador “que me enseñó no solo a cazar conejos y perdices, sino también a cazar mis sueños”; o el de su hermana Paulina, que ante el estado depresivo que le generó una lesión que truncó su sueño de hacer carrera como golfista (desde los 12 años había trabajado como caddie en el Club de Golf las Brisas, de Santo Domingo), le dijo una y otra vez que “la vida comienza las veces que uno quiera.”
Tal insistencia le llevó a decidirse por aprovechar la oportunidad que le ofrecieron de completar su enseñanza media en un establecimiento de formación técnica, lo que le permitió descubrir su gusto y competencias para la mueblería. Una vez egresado decidió que quería seguir estudiando, y se puso el desafío de postular a la mejor Universidad del Mueble de Suecia, logrando ser uno de los 6 estudiantes admitidos entre 270 postulantes. En el inicio de su carrera de 3 años, comenzó sintiéndose el peor estudiante, pero gracias a las distintas personas que fueron sus mentores, terminó siendo el mejor de su generación, y recibiendo la Medalla de Plata en la Prueba Nacional del oficio, el año 2015.
Haciendo un símil con la trayectoria de Violeta Parra y su rescate de la identidad popular chilena a través de la música, Sebastián explicó cómo mediante sus proyectos ha utilizado la excelencia de las técnicas aprendidas en Suecia, para difundir la cultura y oficios tradicionales de su país de origen.
Al exponer algunas de sus creaciones, en particular su proyecto “Voy y vuelvo” (un set de cajas de madera y que contienen un juego cerámico fabricado en Pomaire, para servir vino navegado), Sebastián mostró qué es lo que significa para él un trabajo de calidad: un proceso que requiere no solamente el uso de técnicas de alta complejidad, sino sobre todo mucho esfuerzo y amor por lo que uno hace.